Visionario, innovador, iconoclasta…

Tu cabeza es un hervidero de ideas y no te llegan las horas del día para hacer todo lo que quieres hacer. Te encanta pensar “fuera de la caja” y buscar nuevas formas de resolver cualquier problema. 

Sueles ver oportunidades en todas partes y te creces ante los retos. 

¡Cuidado con esto!

Las grandes ideas solo tienen recorrido si consigues aterrizarlas. 

Necesitas centrarte y tener procesos que te mantengan enfocado en el día a día, o perderás la motivación. La rutina es tu gran enemigo. 

Si aún no lo tienes, te vendría muy bien tener un equipo en el que delegar las tareas que se te hacen más pesadas, para poder dar rienda suelta a tu creatividad.