Comunicadora, actriz, productora, empresaria, filántropa… Quizá tu perfil empresarial no sea tan extenso como el de Oprah Winfrey pero tenéis en común la empatía, la generosidad y un profundo sentido de la justicia.
Tu negocio es tu forma de aportar al mundo, y quieres dejar un legado positivo. El trabajo para ti no es solo trabajo: lo tuyo es vocacional y quieres disfrutar cada momento.
¡Cuidado con esto!
Si tienes este perfil es muy posible que te cueste poner el precio correcto a tu trabajo. Tu vocación es ayudar a otras personas y te cuesta ver las cosas en términos económicos.
Eso es fantástico, pero corres el riesgo de que tu negocio termine por no ser rentable.
Recuerda: para seguir trabajando y aportando debes cobrar lo que te mereces. ¡Que los números no te den miedo!